El concepto de responsabilidad civil medioambiental ha de quedar claro, sobre todo a quienes dirigen una empresa o se encargan de sus tareas principales. A continuación, se hará un repaso de las claves y alternativas de la RC medioambiental para tenerla bajo control.
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¿Qué es la RC medioambiental?
En primer lugar, hay que señalar que es una modalidad específica de la responsabilidad civil. La responsabilidad civil establece la obligación de responder frente a los daños que haya ocasionado a terceros una persona física o jurídica.
Si se es responsable de haber ocasionado percances por acción u omisión, se tendrá que hacer frente a sus consecuencias. Por un lado, hay que intentar revertir el daño para volver a la situación previa, si es viable Por otro, es necesario resarcir o compensar a quienes hayan sido perjudicados por el hecho.
La RC medioambiental se enmarca entre las responsabilidades civiles de tipo administrativo. En numerosos casos, se va a perjudicar, principalmente, algún interés particular. La diferencia básica respecto a otras RC estriba en que el perjuicio medioambiental se inflige, en general, a todos los que se encuentren bajo una jurisdicción concreta. Por este motivo, la Administración contempla exigir esta clase de responsabilidad.
¿Qué es un daño de RC medioambiental?
A grandes rasgos, el daño se produce cuando se deteriora, por la acción u omisión de una persona física o jurídica, algún recurso natural. Por tanto, son verificables la contaminación del suelo, de las masas de agua y sus márgenes y otros males infligidos a especies vegetales, animales o a los ecosistemas.
Las actividades que están sujetas a esta responsabilidad civil medioambiental
Numerosas actividades económicas llevadas a cabo como operador profesional son susceptibles de generar una responsabilidad civil. Están recogidas en el anexo III de la Ley 26/2007, de Responsabilidad Medioambiental.
Son, básicamente, la gestión de residuos, los vertidos al dominio público terrestre y marítimo y las captaciones de aguas, el manejo y transporte de sustancias consideradas como peligrosas o contaminantes y el empleo de microorganismos que hayan sido modificados genéticamente.
¿Qué coberturas ofrecen los seguros para estas situaciones?
Como el que contamina paga y esta responsabilidad civil administrativa es, por definición, ilimitada, las pólizas de seguros proporcionan coberturas que aportan seguridad en diversos casos. La prevención y aminoración de los daños provocados son fundamentales.
La cobertura más relevante se centra en la reparación de los perjuicios. Asimismo, se incluyen otras, como los gastos de defensa jurídica o los costes de limpiar la contaminación ocasionada.
La responsabilidad civil medioambiental supone una aportación imprescindible para la sociedad. Por seguridad, algunos operadores están obligados a contar con un seguro que se adapte al nivel de riesgo ecológico de su actividad empresarial. Para otros, este seguro resulta recomendable.