¿Se puede desgravar un seguro de responsabilidad civil? En este artículo nos ocupamos de esclarecer esta cuestión y de comentar, en general, el marco fiscal aplicable en este tipo de productos de aseguración.
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Marco fiscal de los seguros de responsabilidad civil
Por norma, los seguros de responsabilidad civil suelen contratarse por profesionales autónomos para cubrir sus interacciones con terceros.
Sí es deducible, aunque, eso sí, debe estar asociado a la propia actividad profesional para calificar como desgravable.
Atendiendo a esto último, los seguros ligados al negocio o la actividad profesional son aquellos cuyo alcance no está limitado a la vida privada del trabajador, sino que protege ante eventualidades derivadas del desarrollo laboral.
Ejemplos de seguro ligado a la actividad profesional
- Un ejemplo claro de este tipo de seguro puede ser una póliza contratada por el regente de una cafetería para salvaguardar la integridad física de sus clientes si se produce una caída dentro de las instalaciones.
- También, si este derrama alguna sustancia sobre una prenda de valor de un comensal, el seguro se hará cargo de su restitución o de los gastos de limpieza.
- Otro ejemplo podría ser un seguro contratado por un electricista autónomo que indemnice a sus clientes si alguna de sus actuaciones da al traste con la red eléctrica, por ejemplo. O si una de sus instalaciones produce, a posteriori, una sobrecarga, el seguro se hará cargo de la reparación de los electrodomésticos conectados en el momento del fallo.
¿Se puede deducir el importe íntegro?
Bueno, en este caso, depende. Si se trata, efectivamente, de un seguro de RC equiparable a cualquier otro gasto derivado del desempeño de la actividad laboral, te podrás deducir su importe íntegro. Así, la fiscalidad actual entiende que la contratación de estas pólizas afines no es diferente a la compra de material de oficina. Es un gasto.
Desgravar los seguros materiales del autónomo
Finalmente, los seguros de materiales que contratan los autónomos (o empresas) para proteger su inmovilizado también son deducibles 100 %.
Para que te quede clara la naturaleza de estos contratos, piensa en un marco de protección específico para maquinaria pesada o que cubra ciertas herramientas susceptibles de deterioro o bajo algún riesgo asociado al trabajo. Tanto en uno como en otro caso, la legalidad tributaria de nuestro país entiende que la contratación de este tipo de seguros se hace en pos de un desempeño más fiable, y le permita continuar en caso de que sus medios de trabajo hayan ocasionado un detrimento patrimonial en un tercero.
En definitiva, si eres autónomo y tienes contratado algún seguro de responsabilidad civil, podrás desgravártelo como gasto siempre y cuando la naturaleza de la póliza esté alineada con los objetivos de la actividad profesional. Es decir, que su contratación obedezca a criterios laborales, que no personales.